Autor: Noam Chomsky
Origen: Z Net
Traducido por Deborah Gil y revisado por Ana Moltó, Diciembre
1999
Dando una lección a Nicaragua
Por Noam Chomsky
No fue solo El Salvador el que fue ignorado por los medios de comunicación de masas de EEUU durante los años 70. En los 10 años previos al derrocamiento del dictador nicaragüense, Anastasio Somoza, en 1979, la televisión americana –todas las cadenas- dedicaron exactamente una hora a Nicaragua, y fue exclusivamente al terremoto de Managua en 1972.
De 1960 a 1978, el New York Times times publicó tres editoriales sobre Nicaragua. No es que no estuviera pasando nada allí – es que lo que estaba pasando no era digno de atención. Nicaragua no tenia la mas mínima importancia, no ser que el tiránico mandato de Somoza fuera desafiado.
Cuando su mandato fue amenazado por los Sandinistas, a finales de los años 70, los Estados Unidos primero intentaron instituir lo que se llamó "Somocismo (Somoza-ismo) sin Somoza"—es decir, el sistema corrupto entero intacto, pero con algún otro en la cumbre. Eso no funcionó, así que el presidente Carter intentó mantener la Guardia Nacional de Somoza como elemento base del poder de Estados Unidos.
La Guardia Nacional siempre había sido notablemente brutal y sádica. En junio de 1979 había llevado a cabo atrocidades masivas en la guerra contra los Sandinistas, bombardeando barrios residenciales en Managua, matando decenas de miles de personas. En aquellos momentos, el embajador de Estados Unidos mandó un telegrama a la Casa Blanca diciendo que seria "desaconsejable" indicar a la Guardia que detuviera los bombardeos por que eso obstaculizaría la política de mantenerles a ellos en el poder y a los Sandinistas fuera de el.
Nuestro embajador en la Organización de Estados Americanos también habló a favor del "Somocismo sin Somoza", pero la OEA rechazó la sugerencia a la primera. Unos cuantos días después Somoza voló a Miami con lo que quedaba del tesoro nacional de Nicaragua, y la guardia se desmoronó.
La administración Carter sacó del país a varios comandantes de la Guardia, en aviones marcados con la Cruz Roja (crimen de guerra), y comenzó a reconstituir la Guardia en las fronteras de Nicaragua. También Utilizaron a Argentina como apoderado (en aquella época, Argentina estaba bajo el mandato de Generales Neo-Nazis, pero éstos descansaron un poquito de torturar y asesinar a su propia población para ayudar a restablecer la Guardia –que pronto seria rebautizada como "La Contra" o "Los Luchadores de la Libertad").
Reagan los utilizó para lanzar una guerra terrorista a gran escala sobre Nicaragua, junto con una guerra económica que fue todavía mas letal. También intimidamos a otros países, para que no tampoco mandaran ayuda.
Y aun así, a pesar de los niveles astronómicos de apoyo militar, los Estados Unidos fracasaron en la creación de una fuerza militar en Nicaragua. Lo cual es bastante sorprendente, si se piensa. Ninguna guerrilla real en ningún lugar del mundo ha tenido jamas recursos, ni siquiera remotamente parecidos, a los que los Estados Unidos dió a La Contra. Seguramente se podría empezar una guerra de guerrillas en las regiones montañosas de los Estados Unidos con una financiación similar
¿Porque llegaron los Estados Unidos a tales extremos en Nicaragua?
La Organización Internacional para el Desarrollo, OXFAM, explico
las verdaderas razones, al declarar que, después de su experiencia
de trabajo en 76 países en vías de desarrollo " En Nicaragua
la fuerza del compromiso del gobierno....para mejorar las condiciones de
la gente y fomentar su participación activa en el proceso de desarrollo
, fue excepcional".
De los cuatro países de Centro América, dónde Oxfam tiene presencia significativa (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) solo en Nicaragua se hizo un esfuerzo significativo para solucionar la desigualdad en la propiedad de la tierra y extender la salud, la educación y los servicios agrarios a las familias campesinas pobres.
Otros organismos dieron una explicación similar. A principios de los 80, el Banco Mundial calificó como "éxitos extraordinarios" sus proyectos en algunos sectores de Nicaragua, mejor que "en ningún otro lugar del mundo". En 1983 el Banco de Desarrollo Interamericano, llegó a la conclusión que "Nicaragua ha hecho un notable progreso en el sector social, sentando las bases para un desarrollo socioeconómico a largo plazo".
El éxito de las reformas Sandinistas aterrorizó a los dirigentes de Estados Unidos. Ya sabían que –como dijo Jose Figueres, el padre de la democracia Costarricense –"por primera vez, Nicaragua tiene un gobierno que se preocupa por su gente" (Aunque Figueres fue la figura democrática mas importante de Centroamérica durante cuarenta años, sus inaceptables puntos de vista sobre la realidad, fueron completamente censurados en los medios de comunicación de Estados Unidos)
El odio que provocaron los Sandinistas por intentar dirigir los recursos a los pobres (y debido a que casi lo consiguen) fue realmente sorprendente para poder ser admirado. Casi todos los políticos compartían esto, alcanzando casi niveles de histeria.
Ya en 1981, un miembro del Departamento de Estado se jactaba de que " conseguiríamos conseguiremos convertir a Nicaragua en la Albania de Centroamérica" –es decir, pobre, aislada y políticamente radical– a fin de que el sueño sandinista de crear un modelo político nuevo, y mas ejemplar para América Latina quedara en ruinas.
George Shultz se refirió llamo a los Sandinistas como un "cáncer, aquí mismo, en nuestro continente", que tiene que ser destruido. En el otro extremo del espectro político, un líder liberal del Senado, Alan Cranston, dijo que si no hubiera posibilidad de destruir a los Sandinistas, entonces deberíamos dejarles "cocerse en su propia salsa".
Así las cosas, los Estados Unidos lanzaron un ataque en tres frentes contra Nicaragua. Primero, ejercitamos una gran presión para que el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Interamericano cancelaran todos sus proyectos y su ayuda.
Segundo, lanzamos la guerra de "La Contra" junto con una guerra económica ilegal, para acabar lo que Oxfarm había llamado con razón "La amenaza del buen ejemplo". Los salvajes ataques terroristas de La Contra, contra "blancos débiles", bajo las ordenes de los Estados Unidos, ayudaron junto con el boicot, a acabar con cualquier esperanza de desarrollo económico y de reforma social. El Terror americano aseguró que Nicaragua no pudiera desmovilizar su ejercito y que tuviera que desviar sus lamentablemente pobres y limitados recursos a reconstruir las ruinas que iban dejando los dictadores apoyados por Estados Unidos y los crímenes de la era Reagan.
Una de las corresponsales mas respetadas de Centroamérica, Julia Preston (que entonces trabajaba para el Boston Globe) informó que "Funcionarios de la Administración habían dicho que estaban contentos de ver como La Contra debilitaba a los Sandinistas forzándoles a desviar sus escasos recursos para la guerra, y no para programas sociales". Esto es muy importante, ya que los programas sociales eran el cogollo del buen ejemplo que hubiera infectado a otros países en la región, y erosionado el sistema Americano de explotación y latrocinio.
Incluso rechazamos mandar ayuda humanitaria. Después del terremoto de 1972, los Estados Unidos mandaron una gran cantidad de ayuda a Nicaragua, la mayoría de la cual fue robada por nuestro amiguete Somoza. En Octubre de 1988, un desastre natural aún peor golpeó Nicaragua – el huracán Joan. No mandamos ni un céntimo, porque si lo hubiéramos hecho, probablemente hubiera llegado a la gente, no solo a los bolsillos de algún ricachón asesino. También presionamos a nuestros aliados para que mandaran muy poquita ayuda.
Este huracán devastador, con su favorable expectativa de hambruna de la población y daño ecológico a largo plazo, rentabilizó nuestros esfuerzos. Queríamos que los Nicaragüenses se murieran de hambre y así poder acusar a los Sandinistas de mala gestión económica. Puesto que no los teníamos bajo nuestro control los nicaragüenses tenían que sufrir y morir.
Tercero, utilizamos una diplomacia fraudulenta para aplastar Nicaragua. Como escribió Tony Avirgan en la revista Costarricense Mesoamerica, "Los Sandinistas cayeron debido a la estafa perpetrada por el Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y otros presidentes de Centroamérica, lo que les costó las elecciones de Febrero de 1990".
Para Nicaragua, el plan de paz de Agosto de 1987, fue un buen acuerdo, escribe Avrigan: "Ellos adelantarían las elecciones nacionales programadas en unos cuantos meses y permitirían la observación internacional, como hicieron en 1984, " a cambio La Contra se desmovilizaría y terminaría la guerra ....." El gobierno nicaragüense hizo lo que se le pedía en el plan de paz, pero nadie presto la mas mínima atención .
Arias, la Casa Blanca y el Congreso nunca tuvieron la más mínima intención de llevar a cabo ningún aspecto del plan. Los Estados Unidos virtualmente triplicaron los vuelos de abastecimiento de la CIA a La Contra. En un par de meses, el acuerdo de paz estaba totalmente muerto.
Cuando empezó la Campaña Electoral, los Estados Unidos dejaron bien claro que el embargo que estaba estrangulando el país, y el terror de La Contra continuarían si los sandinistas ganaban las elecciones. Tienes que ser alguna clase de Nazi o un Estalinista no reformado para considerar que unas elecciones que se desarrollan bajo esas condiciones son libres o justas, y al sur de la frontera muy pocos sucumbieron a tal ilusión.
Si nuestros enemigos nos hubieran hecho alguna vez algo parecido..... dejo a vuestra imaginación la reacción de la prensa. Lo mas sorprendente de todo es que los sandinistas consiguieran un 40% de los votos, mientras que los titulares del New York Times proclamaban que los Americanos estaban "unidos en el jubilo" por esta "Victoria del juego limpio de los Estados Unidos".
Lo que han conseguido los Estados Unidos en Centroamérica, durante los últimos 15 años es una terrible tragedia, no solo debido al espantoso coste humano, sino porque una década atrás hubo posibilidades para un progreso real hacia una democracia significativa, que cumpliera las necesidades humanas, con probable éxito é en el Salvador, Guatemala y Nicaragua.
Esos esfuerzos podrían haber funcionado y podrían haber
dado importantes lecciones a otros países que sufrían problemas
similares – esto era lo que de verdad los estrategas de Estados Unidos
temían. La amenaza ha sido abortada con éxito, quizás
para siempre.
Tomado de : Znet en
español