ACTUALIDAD DEL MOVIMIENTO LIBERTARIO
Josefa Martín Luengo
Si partimos de la idea de que “el anarquismo, en todas sus modalidades, es una afirmación de la dignidad y de la responsabilidad humanas, un acto de autodeterminación social y no un programa de cambios políticos” (Colin Ward. ”Esa anarquía nuestra de cada día...”Ed. Tusquets.Barcelona .1982), la actualidad del pensamiento libertario difiere escasamente del anarquismo de ayer o del de mañana.
A lo largo de toda la historia de la humanidad, siempre han existido importantes grupos humanos disidentes con su estructura social y enfrentados a los poderes instituidos. La anarquía como pensamiento humano, filosofía colectiva y utopía deseada, tiene carácter universal, y por ello plantearnos su situación actual, pasa por profundizar un poco en esta manera de desear nuestro paso por este mundo.
El anhelo humano ha sido es y será siempre el mismo: la búsqueda de la felicidad y la consecución de este objetivo tiene mucho que ver con la forma y manera de construirnos como personas libres.
Parece que es imposible podernos plantear en estos momentos, una revolución colectiva y popular en la consecución de una sociedad ácrata, porque la realidad nos evidencia que en este mundo insensibilizado, desculturizado y altamente sometido a las relaciones de poder-autoridad-dependencia, la concientización personal es difícil que se pueda dar. , por esa aparente irrealidad de impotencia que asola a tantos colectivos humanos. La manipulación de la información, la educación adaptativa a los sistemas autoritarios, las estructuras familiares jerarquizadas y la disciplina que conduce hacia el consumo, han creado tantos paraísos artificiales, que en la actualidad, una gran masa humana asume, sustenta y trata de perpetuar una vida que no les pertenece y mucho menos le satisface.
Pero si nos paramos a considerar que toda sociedad que soñemos puede ser posible, la anarquía lo es.
Pero debemos tener muy en cuenta y reflexionar profundamente sobre lo que dijo Alexander Herzen hace más de un siglo:”Una meta infinitamente remota no es una meta, es una decepción”, y la obviedad sobre este pensamiento está consiguiendo que se establezca una situación de decepción hacia la única posible utopía del futuro.
Debemos olvidarnos de movimientos de masas capaces de hacer la revolución, porque las revoluciones y sus intentos a lo largo del siglo XIX y XX, nos han demostrado adónde han llegado, Porque desde nuestro punto de vista todo cambio copernicano en esta sociedad, debe pasar primero por un cambio personal interno.
Para poderse realizar posteriormente el externo; es decir, cada persona debe realizar su revolución interior y de esta manera podrá unirse a las demás personas bajo los mismos valores, los mismos principios y por lo tanto, alcanzar los mismos objetivos: una sociedad diferente.
Con esta exposición, lo que queremos evidenciar es que la educación y la cultura libertarias son imprescindibles para conseguir la utopía de la anarquía, que supone una constante en la historia de la humanidad.
Como la solución es, evidentemente, difícil y conflictiva, pensamos, junto con otr@s estudios@s del tema, que la forma más idónea es la de que se expresen y dinamicen colectivos autogestionarios que funcionen día a día manifestando una forma de vivenciar la realidad opuesta a la establecida, desprendiéndose del proteccionismo estatal, desarticulando la familia autoritaria, y liberando la represión sexual de la juventud (W. Reich), motivando un cambio interno que supone un desprenderse de una estructura mental de base autoritaria (Mendel), y analizando y destruyendo la influencia fascista del ejercicio del poder y de sus formas de introyección : escuelas y cárceles. (Foucault).
La revolución anarquista ha de realizarse en la base, a base de pequeños grupos de oposición práctica y efectiva, demostrando con su experiencia cotidiana que la anarquía es una realidad “aquí y ahora” y no una utopía –decepción para el futuro.
Uno de los mayores errores que hemos cometido y cometemos, es el de pensar que en la realidad cotidiana nada podemos hacer porque necesitamos número y lo que hacemos o intentamos hoy dará sus frutos en el futuro, ya que esto pasa por obviar la realidad y el presente, añorar el pasado y fantasear en el futuro.
El pensamiento libertario en la actualidad debe revolucionar sus planteamientos, debe manifestar día a día su pensamiento con una manera de vivir acorde con él y debe olvidarse de buscar mecanismos de defensa para aniquilar su libertad por la compensación de la imposibilidad. Cada ser humano revolucionado desde sí mism@, vive y actúa de forma contraria a la impuesta y esa actitud activa, mueve positivamente esta sociedad agonizante.
No hay, por lo tanto desesperanza, no hay, por ello decepción, ya que mientras YO individualidad lucho cada día, el futuro está lleno de esperanza, porque mi verdadera responsabilidad social como ser humano y pensante es responder a mi compromiso personal que como anarquista debe formar parte, de la esencia más intima de mi identidad y de mi vida.
Ahora bien, si nos preguntamos por ¿Cuáles son las probabilidades de aumentar el pensamiento anarquista en el mundo actual?, debemos reflexionar sobre la forma en que se viene manifestando en las últimas décadas, teniendo en cuenta que nunca más que hoy el poder centralizado en los gobierno y el capitalismo de las grandes multinacionales, ha sido mayor, las formas en las cuales se ha evidenciado el pensamiento anarquista ha sido a través de compromisos de multitud de grupos discordantes con los valores impuestos: okupas, insumisión, ecologismo, organizaciones paralelas, colectivos alternativos, que tienen como objetivo la dignidad personal , social y la defensa de los valores individuales…
En mi país, donde se frustró la revolución anarquista en 1936-39 por la dictadura militar con el apoyo no intervencionista de la Europa “civilizada”, la dictadura que se mantuvo durante cuarenta años, consiguió la involución de nuestra sociedad unos cien años, pero lo más terrible ha sido, el condenar a la ausencia de ideología y a la implantación de los valores fascistas a cuatro generaciones; la dictadura silenció y eliminó el término anarquista de su propaganda, de tal forma y manera que recuperarlo en su esencia está resultando altamente dificultoso, ya que cuando finaliza la dictadura en este país no se realiza una ruptura, al menos para retomar y reestablecer una sociedad evolucionada, sino que se canaliza hacia una transición, que supone y nos ha supuesto el aceptar con bastante docilidad una democracia liberal –burguesa, que elimina un pasado glorioso.
Para retroceder un siglo
Por lo que el panorama quedó de esta manera: un resurgimiento de las ideologías -mal formadas conceptualmente-, asunción del sistema de partidos políticos en busca del poder, y una campaña desarticuladora del resurgir anarquista apoyándose en el miedo hacia una historia desconocida y a la aceptación sin paliativos de: narquismo = caos = violencia = confrontación = guerra, por medio de la realización de actos violentos y desarticuladores promovidos desde las instituciones para generalizar esta percepción y su consiguiente represión. Por otro lado, la confrontación desde dentro escindiendo el movimiento anarquista, que apoyado por la gente del exilio, aglutinaba a un número muy amplio de personas que se manifestaban en este pensamiento.
En pocos años se generó la escisión dentro del sindicato anarcosindicalista (C. N. T.), detenciones por supuestos atentados protagonizados por anarquistas, confrontaciones internas promovidas por personas infiltradas, iniciándose así un intento progresivo de descomposición de la ideología libertaria.
Pero, como , con todo, es imposible anular los deseos humanos, han ido apareciendo multitud de grupos de influencia libertaria que bajo diferentes objetivos constantemente están hacièndose efectivos en nuestra sociedad: El movimiento de insumisión ha sido muy fuerte hasta que el gobierno lo ha despenalizado estableciendo penas civiles en lugar de penales, a pesar de todo, sigue manifestándose, l@s ecologistas , que los han institucionalizado y comprado con subvenciones, , el sindicato que constantemente están desmantelando, el movimiento de okupas que a pesar de los ataques y desalojos se sigue manteniendo, el sindicato, que lucha por su supervivencia a pesar de las confrontaciones promovidas por infiltraciones y desconocimiento de la cultura libertaria, y la proliferación de grupos autónomos, ateneos y publicaciones ácratas que de una manera constante son atacados y vuelven a resurgir.
Parece una lucha por la supervivencia de un pensamiento, pero esa lucha indica que no está muerto, que sigue vivo y que busca maneras de comunicarse con esta sociedad para proporcionar una alternativa lo suficientemente peligrosa como para combatirla de una forma tan constante y radical.
Lo que esto nos viene a demostrar es que la lucha por la libertad permanece y trata de manifestarse, y la represión que se ejerce sobre ella nos ilumina y clarividencia que somos sus auténticos enemigos. Porque, lo queramos o no, nos guste o nos incomode, la estructura social que de forma universal nos asola, los poderes que se nos imponen tienen un único enemigo:la anarquía, porque ella y únicamente ella ataca la base de su estructura; es decir: autoridad -no-.autoridad, sociedad piramidal-sociedad autogestionaria. Y eso, como nos viene sucediendo a lo largo de la historia, no lo pueden consentir y por ello, su intento de aniquilamiento no tiene pausa.
Todo esto nos indica, que la lucha sigue vigente y que la anarquía es un deseo tan natural como el hecho mismo de existir.